Las entidades del grupo AFD son establecimientos públicos cuya misión consiste en poner en práctica los compromisos de Francia en materia de inversiones sostenibles y solidaridad internacional, tanto en sus territorios de Ultramar como a nivel internacional. El Grupo está formado por la Agence française de développement (AFD), a cargo del financiamiento del sector público y de las organizaciones de la sociedad civil (OSC), de la investigación y la capacitación en desarrollo sostenible; por Proparco, dedicada al financiamiento del sector privado; y por Expertise France, agencia de cooperación técnica.
Con actividades en más de 160 países y 11 territorios franceses de Ultramar, el Grupo invierte y elabora soluciones compartidas a las cuales contribuyen las poblaciones destinatarias. De esta manera, contribuye a más de 4 000 proyectos que concilian desarrollo económico y social con la preservación de los bienes comunes: clima, biodiversidad, igualdad de género, educación, salud y paz, en favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En 2023, el grupo AFD invirtió 938 millones de euros en los territorios franceses de Ultramar, aunque es cierto que la mayor parte de sus inversiones sostenibles se realizan en el extranjero.
Los desafíos mundiales como el cambio climático, las crisis migratorias o la pérdida de biodiversidad desconocen fronteras: sus impactos también afectan a Francia. Y si el grupo AFD, en complementariedad con otros actores públicos, opta por hacer inversiones solidarias y sostenibles en el extranjero, es porque esas inversiones también le son benéficas.
Prevenir las crisis desde su origen, en las regiones más vulnerables, es fundamental para garantizar nuestra prosperidad y seguridad. Por otra parte, en 2023, el 73 % de los proyectos financiados implicaron de manera concreta a actores franceses, lo que ha reforzado su innovación y competitividad. La política de desarrollo permite establecer vínculos de amistad y cooperación con los países interlocutores, para formular soluciones concretas a los retos globales.
Por ejemplo, en 2023 el grupo AFD permitió que 12.6 millones de personas obtuvieran un acceso al agua potable y apoyó la conservación de 33 millones de hectáreas de ecosistemas vitales.
Por lo tanto, invertir en el extranjero significa trabajar para que el futuro sea más sostenible, allá como aquí.
El grupo AFD interviene en los países que le encomienda el Estado con una prioridad: atender las necesidades de los grupos vulnerables de la población y mejorar las estructuras de largo plazo, sin importar el régimen político que se encuentre en el poder. Luchar contra la pobreza, mejorar el acceso a la salud y la educación o promover soluciones energéticas sostenibles son acciones fundamentales de largo plazo. En 2023, el grupo AFD permitió que 70 millones de personas tuvieran acceso a la atención médica, incluso en las zonas inestables del Medio Oriente o del Sahel.
En esos contextos complejos, en los que las relaciones con los Estados pueden ser tensas, el grupo AFD colabora con ONG, empresas locales o entidades territoriales para apoyar el tejido social y económico, evitando así nuevas crisis.
Sobre todo, el grupo AFD integra la defensa de los derechos humanos en todas sus acciones. En colaboración con actores locales, lleva a cabo proyectos centrados en la salud, la educación y la igualdad, iniciativas que se incorporan en una visión de desarrollo inclusivo y equitativo.
Por último, la AFD establece alianzas que son de utilidad para Francia al construir relaciones basadas en el respeto mutuo y el interés común. Como complemento al trabajo de los diplomáticos, mantiene canales de diálogo y refuerza la credibilidad de Francia en calidad de actor global responsable.
El grupo AFD contribuye a la promoción de Francia a nivel internacional y refleja el esfuerzo nacional para asegurarse un futuro más seguro y próspero, a pesar de las incertidumbres geopolíticas de corto plazo. En 2023, el 73 % de los proyectos en curso de la AFD incluían a un actor económico francés, aunque siempre dentro de un contexto “desvinculado”, es decir sin condiciones de favoritismo, de manera a promover tanto como sea posible a los actores locales.
Las intervenciones del Grupo se guían por criterios de desarrollo sostenible y son realizadas en colaboración con empresas y organizaciones locales, seleccionadas por medio de licitaciones internacionales transparentes. Por ejemplo, en el programa Jet-P en Vietnam, la AFD recurrió a expertos franceses para acompañar la transición energética, sin imponer soluciones predefinidas.
La Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) y la Inversión Solidaria y Sostenible (ISS) son dos estrategias complementarias del desarrollo internacional. Creada en 1969, la AOD se basa en financiamientos públicos, que implican a los países miembros de la OCDE, cuyas economías se consideraban en aquel entonces como desarrolladas, para apoyar a los países menos adelantados a través de donaciones, préstamos preferenciales y proyectos estructurantes en ámbitos como la salud y la educación. No obstante, ante los actuales desafíos globales (cambio climático, biodiversidad, transiciones energéticas) y la integración de las dinámicas privadas, la AOD muestra sus límites.
En respuesta, surge la ISD como un modelo más inclusivo, abierto a todos los países del mundo y que integra financiamientos públicos y privados para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Favorece soluciones innovadoras y globales que toman en cuenta las interdependencias climáticas, sociales y económicas.
Desde 2024, Francia ha adoptado este enfoque de manera activa, en particular a través del grupo AFD, con herramientas financieras innovadoras como:
- Préstamos concesionarios climáticos;
- Mecanismos de seguro climático;
- Asociaciones Público-Privadas reforzadas.
Entre sus principales iniciativas, Choose África refleja perfectamente este enfoque. Es un programa que apoya a las pymes africanas a través de capitales mixtos (públicos y privados) para favorecer el emprendimiento, la innovación y sostenibilidad en sectores clave como las energías renovables, la biodiversidad y la soberanía alimentaria.
Esta transición no significa una ruptura sino una evolución. La ISS enriquece el enfoque histórico de la AOD al proponer un marco de colaboración, centrado en:
- Respuestas adaptadas a las realidades locales;
- Una movilización híbrida de capitales públicos y privados;
- Una evaluación de impacto para optimizar el uso de los recursos.
Al combinar solidaridad y sostenibilidad, la ISS redefine los límites de la cooperación internacional y coloca en el centro de su acción, no solamente las necesidades de los países beneficiarios, sino también la capacidad de estos para contribuir a trayectorias globales sostenibles.
El grupo AFD contribuye con 2 000 millones de euros para cumplir con los compromisos franceses en materia de AOD. Por otro lado, se puede considerar que el 100 % de los 12 000 millones de euros que suman sus inversiones financieras anuales corresponden a inversiones solidarias y sostenibles (ISS).
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